Fotografía premiada revela traumas secretos de hombres en Bosnia

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Hannes Jung gana el premio Lotto de Arte por su conmovedora serie fotográfica sobre hombres y violencia sexualizada en la Guerra de Bosnia.

Hannes Jung gewinnt den Lotto Kunstpreis für seine berührende Fotografie-Serie über Männer und sexualisierte Gewalt im Bosnienkrieg.
Hannes Jung gana el premio Lotto de Arte por su conmovedora serie fotográfica sobre hombres y violencia sexualizada en la Guerra de Bosnia.

Fotografía premiada revela traumas secretos de hombres en Bosnia

Las últimas novedades del panorama artístico de Brandeburgo sacan a la luz interesantes descubrimientos. El premio Lotto de Arte de Fotografía se entregó el 16 de junio de 2025. El premio principal fue para Hannes Jung de Bremen por su inquietante serie “Men Don’t Cry”. Estas poderosas fotografías iluminan los traumas ocultos de los hombres que sufrieron violencia sexual durante la Guerra de Bosnia en la década de 1990. Según Meetingpoint Potsdam, el jurado califica las obras de “sensibilizantes y conmovedoras”. Además del silencio y la impotencia, también abordan las luchas cotidianas por la supervivencia y el anhelo de tener una voz.

Hannes Jung, nacido en 1986, disfrutó de su formación artística en Múnich, Valencia y Hannover. Trabaja como fotógrafo documental independiente desde 2009 y ahora vive en Berlín. Seleccionar a los ganadores no fue fácil: hasta marzo, un total de 156 artistas de Berlín y Brandeburgo se presentaron para los codiciados premios de fotografía. Además de Jung, se entregaron dos premios de patrocinio de 5.000 euros cada uno. Daniela Friebel recibió un premio por su trabajo “EVENTS, 2024”, mientras que Arwed Messmer fue premiado por “DEEP TROUBLE”, que muestra fotografías del Berlín Oriental de los años 50.

Arte y trauma en foco

Las obras de los ganadores del premio estarán expuestas en el Kunstraum Potsdam en Schiffbauergasse hasta el 22 de junio de 2025. Esta exposición deja claro cómo el arte sirve como medio para hablar sobre el trauma y hacerlo visible. Sin embargo, esto no debe verse sólo en el contexto del precio. La guerra de Bosnia en la década de 1990 es un ejemplo de advertencia de los enormes y devastadores efectos de la violencia sexual en la guerra. Según taz, de 1992 a 1995, más de 20.000 mujeres fueron violadas en Bosnia y Herzegovina mientras se llevaba a cabo una limpieza étnica.

La violación se utilizó deliberadamente como arma en este terrible conflicto para crear poblaciones étnicamente puras. Más del 90 por ciento de las mujeres que sufrieron apasionadamente esta violencia eran musulmanas, mientras que la mayoría de los perpetradores eran cristianos ortodoxos. Esos actos no pueden medirse sólo en números; Llevan consigo una carga inconmensurable de cicatrices psicológicas y físicas que muchos supervivientes siguen padeciendo hasta el día de hoy.

Información sobre los desafíos que enfrentan los sobrevivientes

La situación socioeconómica de estos supervivientes es a menudo catastrófica. Muchas viven en la pobreza y las secuelas de la violencia a menudo se reflejan en enfermedades mentales crónicas. Es responsabilidad de la sociedad en su conjunto brindar asistencia a los afectados, ya sea mediante apoyo psicosocial o atención médica. La conexión entre estos eventos traumáticos y la necesidad de hablar sobre cómo continúan impactando a la sociedad actual es de enorme importancia. Como destaca bpb, el trauma no procesado tiene efectos transgeneracionales y afecta no sólo a los propios supervivientes, sino también a sus familias.

En un momento en que el reconocimiento de la violencia sexual en los conflictos se está volviendo cada vez más popular, es importante incluir también a los hombres en este discurso. La exposición de Hannes Jung puede hacer una pequeña pero significativa contribución a contar las complejas y a menudo invisibles historias de hombres que han sufrido esta violencia y continúan sufriendo hoy. El arte en particular abre puertas a conversaciones sobre temas que a menudo siguen siendo oscuros.